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En medio de crecientes tensiones sobre la inversión de China y otros países, los estados miembros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo han juicioso blindar la evaluación de las inversiones extranjeras en la región.
Aunque el parlamento ha presionado para una revisión más amplia de la inversión extranjera directa, los estados miembros de la UE tienen la autoridad final sobre las revisiones de las inversiones. Ambas partes han juicioso ahora un documento global que fortalece las reglas existentes.
Según el acuerdo, las revisiones obligatorias incluirían equipos militares, inteligencia sintético, tecnología cuántica, semiconductores, materias primas, transporte e infraestructura digital, e incluso sistemas electorales.
“Esta regulación cierra posibles lagunas para las inversiones de suspensión peligro en el mercado interno al exigir a todos los estados miembros que implementen mecanismos de control y fortaleciendo la cooperación entre los estados miembros”, dijo Bernd Lange, presidente del comité parlamentario de comercio.
Añadió que los negociadores parlamentarios “abogaron con éxito por ampliar el inteligencia leve del mecanismo de revisión doméstico para certificar que las inversiones en áreas de particular importancia sean revisadas por todos los estados miembros”.
Proteger la seguridad económica de Europa
Esta puesta al día del ámbito surge de los esfuerzos de la Comisión Europea para blindar la defensa económica de la UE.
“Ha quedado claro que la situación geopolítica ha cambiado significativamente en los últimos meses”, afirmó el jueves un diplomático de la UE. “El comercio ya no se considera necesariamente una transacción aséptico entre operadores económicos independientes”.
Señaló que varios acontecimientos recientes “muestran que los instrumentos económicos han sido utilizados como armas contra Europa con fines geopolíticos”.
En septiembre, los Países Bajos colocaron a Nexperia, un fabricante chino de semiconductores con sede en los Países Bajos, bajo supervisión estatal por temor a que importantes conocimientos técnicos de instalaciones europeas pudieran filtrarse a China.
El gobierno chino respondió restringiendo las exportaciones de chips a Europa, amenazando a la industria automotriz de la UE, que depende en gran medida de estas piezas. Aunque el acuerdo entre Estados Unidos y China finalmente revivió las exportaciones, las tensiones entre China y La Haya siguen siendo altas.
La UE introdujo un mecanismo de cooperación para el control de la inversión extranjera directa en octubre de 2020, pero hubo una esforzado resistor original.
“Al principio, algunos actores económicos de toda Europa se mostraron reacios a (soportar a final) dicho control”, dijo una fuente parlamentaria a Euronews. “Las cuestiones de inversión son esenciales para ellos, pero es posible que no comprendan los riesgos”.
Según las normas de la UE, la Comisión puede solicitar información y emitir opiniones, pero no puede presionar a los Estados miembros a revisar o circunvalar inversiones.
Adicionalmente, las regulaciones de 2023 introducen un nuevo sistema de revisión de los subsidios extracomunitarios otorgados a empresas que operan en el interior de la región, otra medida que coloca a China directamente en el centro de atención.


