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El Mediterráneo es la sexta zona de acumulación más noble para la basura flota. Posee solo el 1% de las aguas del mundo, pero concentra el 7% de los microplásticos del mundo. Esta es la razón por la cual los científicos franceses aparecieron fuera de la costa de Toulon para estudiar los enseres de la contaminación de microspostick en el Mediterráneo.
Su expedición está dirigida por la expedición de la ONG de 7-7 metros de navegación.
“El Mediterráneo es un océano cerrado con poblaciones densas. Todas las actividades humanas terminan en el océano. Estamos estudiando contaminantes químicos transportados por plásticos. Lo que ya sabemos es que todas ellas contienen contaminantes químicos”.
En este estudio, dos trolls se tratan durante 1 hora para cosechar muestras microplásticas. Estos serán ordenados por los laboratorios que participan en el tesina. Alexandra ha estado estudiando la química de los contaminantes relacionados con el plástico durante muchos primaveras en la Universidad de Toulouse.
“Medimos y medimos los microplásticos. Analizamos su composición. Sabemos que se utilizan más de 16,000 productos químicos para hacer plástico, de los cuales 4.000 ya están clasificados como peligrosos”.
Cuando los animales marinos están expuestos a microplásticos, los productos químicos pueden transferirse al cuerpo. Muchos de estos son disruptores endocrinos, que afectan la salubridad de los animales. Como explica Alexandra, la influencia humana aún no se entiende completamente.
“Sabemos que los disruptores endocrinos afectan todo el sistema hormonal de nuestro cuerpo. Afectan la fertilidad y el mejora del cáncer, pero todavía hay muchas preguntas sobre esta contaminación plástica”.
La ciencia está comenzando a comprender cuán peligrosos son los microplásticos para los ecosistemas y la salubridad humana. Comemos, respiramos, los bebemos, pero aún no lo sabemos. A menudo, los microplásticos y los nanoplásticos, más pequeños que miles de milímetros, carecen de herramientas precisas para medirlos o obtener una comprensión completa de su efectividad, dicen los científicos.
El plan de movimiento de contaminación cero de la Comisión Europea tiene como objetivo acortar los microplásticos en un 30% para 2030. Jean-François Ghiglione, bacteriólogo marino y director de investigación en CNRS, dirigió una campaña de muestreo sin precedentes en 2019 en nueve ríos europeos principales.
“Europa está muy avanzadilla en esta región”, explica Girione. “Tuvimos una contaminación plástica masiva, principalmente de los plásticos de envases y de un solo uso. Ese fue el primer objetivo de la Unión Europea. Ahora queremos ver un cambio en la percepción del plástico”.
Hasta ahora, el plástico se ha considerado residuos, y los esfuerzos se han centrado en la gobierno de residuos. Ghiglione aplazamiento que la UE impulse cortes dramáticos en la producción de plástico y pasada una letanía de productos químicos que prohibirán su uso en plásticos.
Europa está presionando por restricciones microplásticas, pero Guilione y la comunidad científica están buscando más. Con las negociaciones globales del Tratado aún en curso, Europa y la comunidad internacional enfrentan un continuo control de la contaminación o abordando sus problemas subyacentes.